Natalia Martínez Bernal
Vocal del Área Trans del Colectivo GALACTYCO.
En pleno Debate sobre el Estado de la Región, el diputado de Vox en la Región de Murcia Juan José Liarte Pedreño, ha manifestado que “el movimiento LGTBI ahora incluye a los transespecies”.
El señor Liarte, en nuestras instituciones, ha lanzado un mensaje con el que pretende quitar a las personas trans la categoría de seres humanos.
Los discursos de odio y las mentiras causan un injustificado dolor y daño a las personas a las que hace referencia. Hubo un tiempo en el que las personas LGTBI “no existíamos”, permanecíamos invisibilizadas por la incomprensión y la intransigencia de una sociedad cuyos ideales se asemejaban más a los que hoy en día mantiene Vox en sus discursos de odio. Sí, hubo un tiempo en el que las orientaciones sexuales e identidades de género se vivían internamente y en silencio. En efecto, hubo un tiempo, pero un tiempo en que seres humanos tan válidos como cualquier otro no podían expresar libremente sus sentimientos y “vivían” sus vidas y morían sin haber sido libres. Un tiempo en que se cuestionaba y condenaba a personas por ser ellas mismas en una sociedad que no aceptaba lo que no entendía, y Vox añora y pretende volver a esos tiempos.
Desean, desde las filas de Vox, volver a patologizar a las personas trans comparando la identidad de género con trastornos de la personalidad.
La difusión de estas intencionadas mentiras tienen como único objetivo confundir a la sociedad creando una imagen distorsionada y errónea sobre la realidad que vive el colectivo trans, el más vulnerable de todos los que conforman los movimientos LGTBI, formado por personas en todos los estadios de la vida, incluyendo la infancia. ¿Es ese el mensaje que queremos trasmitir?: ¿que son personas enfermas?, ¿que sufren un trastorno? En su discurso, frivoliza y confunde malintencionadamente la identidad de género con la de un animal. Esta imagen distorsionada sobre las personas trans sólo pretende crear animadversión, odio e incomprensión hacia ellas, queriendo quitarles también la categoría de seres humanos.
Basta ya de convertir nuestras vidas, ya de por sí llenas de dificultades, en infiernos de incomprensión y discriminación. Las vidas de todos los seres humanos deberían tener el mismo valor, tal y como describen nuestras leyes. Nadie es más ser humano que otro, ni debe tener más derechos que otro. Hay discursos que matan y tratar de bestializar a personas ya discriminadas no ayuda a facilitar las vidas de los más vulnerables.