Desde las asociaciones Colectivo GALACTYCO, Chrysallis, Ni Peras Ni Manzanas y Colectivo No Te Prives es mucho el trabajo, el esfuerzo y el tiempo que dedicamos al reconocimiento, aceptación y respeto de la diversidad, en concreto, de la diversidad sexual, motivos más que suficientes por los cuales exigimos el desarrollo de la Ley 8/2016, de 27 de mayo, de igualdad social de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales, y de políticas públicas contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, que fue aprobada por la unanimidad de todos los grupos parlamentarios de nuestra Asamblea Regional, para que no quede en papel mojado.
Se hace especialmente urgente informar y formar, así como elaborar algunos protocolos que desarrollen dicha ley y doten de herramientas al personal responsable de su aplicación, que actualmente se encuentra sin guías específicas para poder trabajar en consecuencia, fundamentándose su actuación en la interpretación y empatía individuales, y dando lugar a un trato aleatorio de quienes acuden en busca de ayuda y soluciones. Este hecho se agrava para las personas transexuales, que siguen viendo complicado conseguir su cambio de nombre y sexo en el Registro Civil o su acceso sanitario, por poner algunos ejemplos.
Exigimos, por tanto:
- la información y la formación de empleados públicos,
- la creación del Observatorio Regional Contra la Discriminación por identidad de género, orientación sexual y expresión de género,
- la elaboración de protocolos específicos:
- protocolo de atención integral a personas transexuales
- protocolo de atención integral a personas intersexuales,
- programas y protocolos específicos que den respuesta a las necesidades propias y, en particular, a la salud sexual y reproductiva,
- campañas de prevención de infecciones de transmisión sexual,
- plan integral sobre educación y diversidad sexual,
- protocolo de prevención de comportamientos y actitudes discriminatorias por homofobia, lesbofobia, bifobia y/o transfobia,
- estrategias para la inserción laboral de las personas transexuales y transgénero,
- protocolo de atención policial ante delitos de odio,
- y por último, pero, por desgracia, no menos importante, la aprobación de un presupuesto que dote económicamente dicha ley, para que cada uno de sus puntos puedan ser aplicados y aplicables.