La Asociación “Colectivo GALACTYCO” y FELGTB urgen a la pronta aprobación de la Ley de Igualdad LGTBI para lograr una plena despatologización de las identidades trans
- El pasado 18 de junio la Organización Mundial de la Salud publicó la decimoprimera edición de su Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) en la que retiraba la transexualidad del apartado de enfermedades mentales.
- La Ley de Igualdad LGTBI, que contiene en su seno toda una ley trans integral, lleva más de un año atascada en el Congreso de los Diputados.
[22/10/18] Desde el pasado mes de mayo las personas trans son definidas por la Organización Mundial de la Salud como personas con una incongruencia de género, caracterizadas por una marcada y persistente incongruencia entre su género percibido y su sexo asignado al nacer.
Aunque en la última edición de dicha Clasificación a las personas trans se les retira de su sección de “trastornos mentales”, éstas pasan al capítulo de “condiciones relativas a la salud sexual” en su categoría de “incongruencia de género”, compartiendo capítulo con realidades y diagnósticos tan dispares como la disfunción eréctil, los trastornos parafílicos, las infecciones de transmisión sexual o el contacto con los servicios sanitarios para la contracepción. Además, se describen los criterios diagnósticos para la infancia, adolescencia o adultez con diferentes indicadores claramente fundamentados en la genitalidad de la persona.
Dariel Saúl Sala, Coordinador del Grupo de Políticas Trans de la FELGTB declara que “de manera general, celebramos que se nos haya quitado de encima el baldón del trastorno mental, no obstante que a partir de ahora se nos clasifique como incongruentes es altamente ofensivo, una forma políticamente correcta de decir que no somos trastornados mentales pero que seguimos necesitando un diagnóstico de enfermedad. Una de cal y otra de arena”.
En el día por la despatologización trans, continúa diciendo Sala, “esperamos mucho del nuevo ICD para que actúe como un catalizador que promueva nuestro reconocimiento como miembros de pleno derecho de la sociedad civil, pero sobre todo esperamos que se apruebe la Ley de Igualdad LGTBI de ámbito estatal porque es la única medida real que nos reconocerá como sujetos de derecho con necesidades específicas. Las personas trans no somos incongruentes, la incongruencia reside en esa parte de la sociedad tránsfoba y cisexista que no entiende el sentido de la diversidad humana”.
Mané Fernández, vicepresidente de la FELGTB, continúa diciendo a este respecto que “la Ley de Igualdad LGTBI, además de garantizar derechos y de proteger los existentes, unifica las diferentes legislaciones que ya existen en muchas comunidades autónomas, haciendo, por lo tanto, que tengamos los mismos derechos con independencia del lugar en el que residimos”.
La organización asegura que, competencialmente, muchos de los problemas a los que tienen que hacer frente a diario las personas trans provienen de una mala regulación normativa de competencia estatal, por lo que por muy buenas leyes autonómicas que existan, hasta que no se logre la aprobación de una buena ley que aborde cuestiones estatales, como puede ser el claro ejemplo del Registro Civil, no se podrá avanzar en derechos.
Por todo ello, y en un momento crucial en la política española, Fernández urge “a que se acelere la aprobación de la Ley de Igualdad LGTBI y complemente a las diferentes leyes autonómicas como mejor forma de despatologizar las identidades trans”.