El activista LGTB y escritor Ramón Martínez (Madrid, 1982), presentará este sábado, día 30 de marzo a las 20:00h en El Soldadito de Plomo de Cartagena, su libro “Lo nuestro sí que es mundial”. Un acto organizado por la Asociación LGTBIQ+ “Colectivo GALACTYCO”. Martínez ofrece en su libro, un análisis de la historia contemporánea del movimiento LGTB español a través de declaraciones de algunos de sus protagonistas y el estudio de una gran cantidad de documentos.
En apenas cuatro décadas el «Movimiento LGTB» ha transformado España. Un país que en 1975 se declaraba mayoritariamente favorable a la eliminación de la homosexualidad a través de leyes represivas, es hoy, gracias a la reivindicación política de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales, uno de los Estados que más derechos y libertades garantiza a las personas no heterosexuales, y que en 2013 defendía en un 88% que la diversidad sexual y de género debe ser reconocida e integrada en la sociedad.
¿Cómo ha sido posible esta transformación radical? Los partidos políticos de
todas las ideologías no siempre se interesaron tanto por los derechos LGTB como
ahora lo hacen –o fingen hacerlo–, y durante muchos años lesbianas, gais,
transexuales y bisexuales tuvieron que organizarse para conseguir, primero, la
eliminación de la
legislación represiva y, después, el paulatino reconocimiento de derechos que llevó hasta la consecución del Matrimonio Igualitario. Pero queda mucho trabajo por hacer
hasta la erradicación de la homofobia, transfobia y bifobia, y la mejor forma de comprender el presente y elaborar una reivindicación adecuada con vistas al futuro es conocer nuestro pasado: responder a la pregunta ¿de dónde venimos? puede ofrecer las claves necesarias para afrontar otras cuestiones como quiénes somos y hacia dónde nos dirigimos.
Este libro ofrece un análisis del desarrollo histórico del «Movimiento LGTB» en el Estado español a través de numerosa documentación y bibliografía y de los testimonios de sus protagonistas; y recupera la genealogía de la lucha social de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales en defensa de sus derechos como herramienta para seguir elaborando un discurso reivindicativo que, más allá de un WorldPride, pueda seguir diciendo con la voz bien alta que lo nuestro sí que es mundial.